Israel
y los palestinos firman acuerdo de paz
El
acuerdo de territorios a cambio de seguridad
allana el camino para las negociaciones de un
acuerdo final, incluyendo los difíciles
puntos sobre el estatus de Jerusalén y la
frontera del estado palestino
SHARM
EL-SHEIKH, EGIPTO
SERVICIOS
CABLEGRAFICOS.- El primer ministro
israelí Ehud Barak y el dirigente
palestino Yasser Arafat firmaron un nuevo,
arduamente disputado, acuerdo de paz ayer, lo
cual sienta las bases para las conversaciones
finales para la formación de Palestina.
"Los
pueblos del Oriente Medio están listos
para el amanecer de una nueva era", dijo Barak
después de la firma. "Creo que ese es
nuestro deber, el de los líderes de ambas
partes: allanar la vía... Debemos
ponernos a la altura de las circunstancias, y en
nombre de nuestras madres, padres, hijos y
nietos, concretar la visión de una paz
duradera en una realidad".
Arafat
dijo que el acuerdo permite a las dos partes
"presentarle a nuestros pueblos una nueva
esperanza para preservar la paz de los
valientes".
En el
transcurso de la semana, Barak pasará el
acuerdo al parlamento de Israel, que será
convocado a una sesión extraordinaria, en
su receso veraniego.
Arafat y
Barak, que se reunieron minutos después
de la medianoche en un lujoso hotel del
balneario Sharm el -Sheikh, sentados ante el
modificado acuerdo de Wye, que estaba sobre una
mesa tallada ornamentadamente. La secretaria de
Estado norteamericano, Madeleine Albright, el
presidente egipcio Hosni Mubarak y el rey
Abdullah II de Jordania observaban en un
salón repleto con otros dignatarios y
periodistas, teniendo como marco las banderas de
Israel, Egipto, Jordania, de los palestinos y de
Estados Unidos.
Jordania
fue la segunda nación árabe,
después de Egipto, en firmar un tratado
de paz con Israel.
Después
que los principales signatarios concluyeron,
Albright, Mubarak y Abdullah agregaron sus
firmas en calidad de testigos, y fueron
aplaudidos. Albright a continuación
abrazó a Barak y a Arafat.
La firma
del acuerdo en Egipto valida a Mubarak el
estatus de pacificador regional.
Impulso
al proceso
El acuerdo
de territorios a cambio de seguridad allana el
camino para las negociaciones de un acuerdo
final, incluyendo los difíciles puntos
sobre el estatus de Jerusalén y la
frontera del estado palestino.
Un
ambicioso plazo en febrero ha sido fijado para
delinear las pautas que sentarán las
conversaciones finales. Estas serán
completadas para el próximo septiembre.
Pese a
posibles problemas que surgan, un sentido de
optimismo rodeaba al nuevo acuerdo.
"El hecho
de que los israelíes y los palestinos
negocien este pacto directamente, constituye una
rica fuente de esperanza para el futuro", dijo
Albright después de llegar a Egipto,
agregando que el logro ''representa una
maravillosa oportunidad para darle impulso al
proeceso de paz''.
Albright
se ha calificado a sí misma, como
sólo "una asistenta" para los
negociadores, que superaron difíciles
disputas en días recientes,
apurándose para terminar a tiempo para
que Albright se testigo de la firma durante su
gira por Medio Oriente, la cual concluye
mañana.
"Hubo
momentos de desesperanza y de
desesperación", dijo Mubarak, que
había enviado a su principal colaborador
a Jerusalén para ayudar a que las partes
convergan. ''Sin embargo, la razón y la
mutua comprensión prevalecieron al
final''.
Albright
dijo Estados Unidos se ha comprometido a velar
para que complete el proceso hasta que se haya
logrado la paz total, que incluya los acuerdos
israelíes con Siria y Líbano,
países que visitó ayer.
Antecedentes
y reacciones
El acuerdo
firmado ayer es el sexto pacto entre los
palestinos e israelíes desde septiembre
de 1993, cuando fueron logrados los acuerdos de
Oslo, y el segundo que se firma en
Egipto.
En mayo de
1994, Arafat y el entonces primer ministro
israelí Isaac Rabin firmaron la
Declaración de El Cairo, en virtud de la
cual fue creada la Autonomía Palestina,
que permitió al dirigente palestino
regresar a Gaza por vez primera desde que
abandonó esta franja en 1967.
El acuerdo
de Wye, promovido por EE.UU. y firmado en
octubre de 1998 en Washington, estipula la
retirada israelí de un 13.1 por ciento
del territorio ocupado de Cisjordania y la
liberación de varios cientos de presos
políticos palestinos, entre otras
cuestiones.
Con el
acuerdo de ayer concluye la fase previa a la
discusión del estatuto final palestino,
que podría llevar a la
autodeterminación y creación de un
estado palestino.
Cartas
de garantía
Los
palestinos obtuvieron sendas cartas de
garantía de la Unión Europea (UE)
y de los Estados Unidos sobre el cumplimiento
del protocolo de aplicación de los
acuerdos de Wye (EE.UU.), firmado ayer en
Egipto.
La carta,
entregada a Yasser Arafat, recoge
garantías de que "las cuestiones
interinas (relativas al cumplimiento del acuerdo
de Wye) se aplicarán cualquiera, que sea
el desarrollo (de la negociación) del
estatuto permanente palestino", que ahora se
debe empezar a negociar.
Con el
mismo lenguaje adoptado por la Unión
Europea en su declaración de
Berlín en lo referente al conflicto
palestino-israelí, la carta manifiesta la
necesidad de respetar el "derecho a la
autodeterminación de los palestinos,
incluida la posible declaración de un
estado independiente", añadió
León.
El nuevo
acuerdo reafirmó que los israelíes
y los palestinos pueden negociar entre ellos,
pese a sus desacuerdos.
La
versión modificada del acuerdo de Wye
también fue una señal de que el
proceso de paz que comenzó en Oslo en
1993 pudo sobrevivir las peores crisis.
Barak
asumió el gobierno en julio, prometiendo
lograr la reanudación de las
conversaciones de paz después de tres
años de estancamientos bajo su predecesor
de línea dura, Benjamin Netanyahu.
Barak
había tenido un comienzo algo accidentado
en su trato con los palestinos quienes
inicialmente respondieron con ira a su
proposición de reexaminar el acuerdo del
Wye River, que propugnaba el canje de tierras
por seguridad para el estado israelí. Ese
acuerdo se firmó hace casi tres
años en Washington, pero fue dejado sin
efecto por Netanyahu tras las tres primeras
etapas de su puesta en vigencia.
El jeque
Ahmed Yassin, fundador del grupo radical Hamas,
le restó importancia al acuerdo, como
otra prebenda del dirigente palestino Yasser
Arafat. Al preguntársele si Hamas
continuaría tratando de sabotear los
acuerdos de paz con atentados terroristas,
Yassin dijo que sus seguidores se reservaban el
derecho de oponerse a la ocupación
israelí.
En varios
pueblos palestinos, grupos de manifestantes
realizaron pequeñas manifestaciones para
presionar por la libertad de todos los
palestinos presos por la seguridad de Israel.
Por el momento, el acuerdo solo establece que
sólo se podrán excarcelar a 350 de
los 2.000 palestinos detenidos por Israel. En
Belén, unos cuantos manifestantes
lanzaron piedras a los soldados israelíes
, y un reportero gráfico sufrió
una herida ligera en la cabeza de una
pedrada.
El
compromiso de las partes
El texto
firmado es un memorando para ejecutar el acuerdo
de Wye, rubricado en Washington en octubre de
1998, cuyos términos se han modificado y
variado el calendario de
cumplimiento.
Los
israelíes tendrán que retirarse,
en dos fases, de un 11 por ciento más de
los territorios de Cisjordania que ocupan y
dejar en libertad a 350 presos políticos
palestinos.
Por su
parte, Arafat tendrá que luchar con
más energía y desarmar en un breve
plazo a los grupos integristas islámicos
palestinos que mantienen la lucha armada contra
Israel.