Merino podría
dejar la Corte de Cuentas
La investigación
del origen del patrimonio de Francisco Merino se
prorrogará durante quince días
más
Luis
Laínez
El Diario de
Hoy
Francisco
Merino, presidente electo de la Corte de
Cuentas, se ha convertido en el objetivo
preferido de los artilleros
políticos.
Con 65 votos, la Asamblea
aprobó aumentar en quince días el
período para investigar si Merino cumple
con los requisitos para asumir el cargo para el
que fue electo.
El artículo 16 del
Reglamento Interno del Congreso encomienda a la
Comisión de Legislación
investigar, por todos los medios legales a su
alcance, a todos los funcionarios nombrados por
el pleno.
Si se comprueba que el
funcionario electo no cumple las exigencias, la
Asamblea queda obligada a anular la
elección y buscar inmediatamente un
sustituto.
A Merino se le acusa de no
poseer "honradez notoria", debido al enorme
crecimiento de su patrimonio personal en menos
de diez años.
Cambio de
objetivo
El plan estaba listo. ARENA,
PDC y PCN habían votado en la
Comisión de Legislación para
confirmar que Merino reunía los
requisitos para asumir plenamente la presidencia
de la Corte de Cuentas.
En el dictamen también
consta que los otros dos magistrados, Arnoldo
Marín (propuesto por el PDC) y
Abdón Martínez (propuesto por
ARENA) también cumplían con los
requisitos.
Pero hubo un viraje
inesperado. Walter Araujo, jefe de
fracción de ARENA, reconoció que
su bancada no estaba segura de confirmar a
Merino en el cargo.
De manera extraoficial se
conoció que los diputados allegados al
presidente Francisco Flores ("paquistas") se
negaron a votar por Merino, miembro de la
cúpula pecenista y diputado suplente (ver
nota aparte).
Esa fue la oportunidad que la
algunos partidos de oposición
esperaban.
El dictamen, completo,
regresó a la Comisión de
Legislación.
La ratificación del
nombramiento de los otros dos magistrados
también quedó
pendiente.
Ataque
directo
Abraham Rodríguez,
presidente de la Comisión de
Legislación y jefe de fracción de
USC, alegó que Merino no podía
demostrar que gozaba de "honradez
notoria".
De Marín
aseguró que su diplomado en
Sociología no le servía para
desempeñarse en el organismo contralor
del Estado.
El FMLN y otros partidos se
adherieron a su argumentación.
De nada le sirvió al
PCN el tratar de detener el
ametrallamiento.
Los pecenistas fueron los
únicos aliados de Merino.